Alyssa Bustamante, ciudadana
de Jefferson, en Missouri, estranguló y acuchilló a su vecina de nueve años. Los
hechos sucedieron el 21 de octubre de 2009, Bustamante tenía solo 13 años. reconoció haber
apuñalado, estrangulado y cortado la garganta de una niña de nueve años vecina
suya Elizabeth Olten, escribió la noche del crimen en su diario que fue una
experiencia "sorprendente" y "bastante disfrutable" y luego
se fue a la iglesia con una sonrisa.
La victima, Elizabeth Olten |
Ahora la joven, que se ha
declarado culpable para asumir la responsabilidad por el asesinato según
explica su abogado Charlie Moreland, se enfrenta a una sentencia que oscila
entre los 10 años o la cadena perpetua revisable a los 25 años de
internamiento.
Bustamante, de 18 años,
permaneció sentada en silencio mientras policías, abogados y expertos forenses
leían los pensamientos que ella registró cuando tenía 15 años y estudiaba el
segundo año de secundaria. La parte más sorprendente del testimonio llegó
cuando un experto en caligrafía describió cómo pudo ver a través de la tinta
azul que Bustamante utilizó en un intento por encubrir su entrada original en
el diario la noche del homicidio de Elizabeth.
Luego leyó en voz alta lo
escrito: "Acabo de matar a alguien. La estrangulé y apuñalé y ahora está
muerta. No sé cómo me sentí en este momento. Fue sorprendente. Después de que
superas el sentimiento de 'oh Dios mío, no puedo hacer esto', es bastante
disfrutable. De todas formas, estoy un poco nerviosa y agitada ahora. Ok, debo
ir a la iglesia ahora... con una carcajada".
De acuerdo con
International Business Times, Bustamante "que hoy tiene 18 años- procede
de un hogar roto. Fue abandonada por su madre y su padre pasó en la cárcel la
mayor parte de la infancia de Alyssa. Además, Karen Brooke, que tenía la tutela
de Bustamante, declaró a la cadena Fox News que la madre de Alyssa era adicta a
las drogas y el alcohol. Al parecer, Alyssa Bustamante habría estado luchando
contra la depresión desde hace años. En una ocasión intentó suicidarse con una
sobredosis de analgésicos, y en varias ocasiones se autolesionó, produciéndose
cortes en la piel. Alyssa, que tiene la palabra odio grabada en su brazo,
comenzó a tomar Prozac tras recuperarse de su intento de suicidio. Se ha sabido
que le habían aumentado la dosis justo antes de que matara a la pequeña
Elizabeth Olten en 2009. El psiquiatra Edwin Johnston asegura que esa dosis más
alta podría haber desencadenado cambios bruscos de humor en la adolescente y
despertado tendencias violentas.
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