ALERTA: IMÁGENES MUY PERTURBADORAS
El caso del asesino serial Anatoly Slivko, es muy poco conocido; sin embargo, sus
actos, figuran dentro de los más crueles de la historia del crimen. Al igual que "Los Maníacos de Dnepropetrovsk",
Slivko grabó y fotografió cada uno de sus
crímenes, imágenes que hoy forman parte de un macabro video colgado
en la Web...
quizá tan perturbador y enfermizo como el de los "Los Maníacos"
Anatoly Yemelianovich Slivko nació
el 28 de Diciembre de 1938, en Izerbash, URSS. Durante la infancia, no se
detectó anormalidad alguna en el comportamiento del pequeño Anatoly. Era
afable, relativamente responsable y compartía normalmente con otros niños.
Mostraba respeto por sus mayores y no era conflictivo. En su adolescencia,
tampoco mostró indicios del monstruo en el que se transformaría más tarde.
Trabajó como encargado en un pozo
petrolífero, se casó y tuvo dos hijos. Además era un activo colaborador en el
grupo de chicos jóvenes del Chergid "Jóvenes Pioneros" (que vendría
siendo algo así como Boy Scouts de EEUU) Hasta ese momento, la vida de Slivko
era absolutamente normal.
En 1961, Cuando Slivko era un joven
Pioneer un grave accidente de tránsito, en donde un chico perdió la vida de
forma espantosa. El adolescente iba vestido con la ropa de los "Jóvenes
Pioneros", y Slivko pudo ver cómo el chico ardía en llamas, debido a la
bencina derramada por el accidente. Algo que quedó para siempre en su retina,
fueron los pies del muchacho... sus zapatos ardiendo. Esta escena lo excitó
sexualmente, y durante varias noches soñó con el accidente, el olor a bencina,
la sangre y el fuego. Algo había ocurrido en su cabeza después de ser testigo
de aquel hecho. Slivko recordaba lo ocurrido y no podía evitar masturbarse. Es
así como comienza a interesarse, a su vez, por los chicos a quienes guiaba en
"Los Jóvenes Pioneros"
Durante años, Slivko abusó de varios
de los chicos de entre 13 y 17 años que estaban bajo su tutela, usando extraños
juegos de los cuales hacía partícipes. Primero se ganaba la confianza
de estos, contándoles acerca de un "proyecto secreto" Cabe
destacar que Slivko había ganado un par de premios por grabar películas
caseras, por lo que este "proyecto secreto", apuntaba a una seudo
película en donde utilizaba niños para mostrar torturas Nazis. Como los chicos
confiaban en él, se prestaban para saciar las bizarras fantasías de
Slivko.
Anatoly llevaba a sus víctimas al
bosque, en donde comenzaba a grabarlos y fotografiarlos. Los hacía actuar
frente a su cámara, hablar acerca de sus aficiones, etc. Luego los situaba
sobre troncos y con una soga al cuello. Supuestamente les practicaría una
"asfixia controlada" para esta suerte de
"película-experimento"; pero mientras estos perdían el sentido,
abusaba de ellos. Los ataba y colgaba de los árboles en distintas posiciones,
con el fin de procurarse placer sexual ante el sometimiento de sus indefensas
víctimas.
En el ejército, Anatoly había
aprendido técnicas de resucitación; así que estrangulaba a los chicos hasta
dejarlos sin sentido, les sacaba fotos en poses sexuales y se masturbaba a su
lado, para luego "revivirlos" con su técnica. Los adolescentes no
recordaban nada de lo ocurrido y Slivko parecía satisfacer sus impulsos. Sin
embargo, en 1964, Slivko no logra resucitar a una de sus víctimas (de 15 años
de edad) y se ve en la obligación de descuartizar el cadáver y hacerlo
desaparecer... no sin antes prenderle fuego. Lejos de espantarse, Anatoly
Slivko encontró algo que le producía más placer. Es entonces, cuando comienzan
a desaparecer varios jóvenes del Chergid. Estas desapariciones, se habían ido
sucediendo poco a poco, por lo que la policía tardó un tiempo en darse cuenta
de los hechos. Slivko tardó 9 años en matar nuevamente; pero los abusos
sexuales superaban los 40 en los 21 años que este asesino estuvo activo.
Las desapariciones inquietaron a la
población, y para 1985, el caso ya estaba causando controversia. Siete chicos
habían desaparecido y no había rastros de su paradero. Una fiscal comenzó a
sospechar de Slivko, pues todos los adolescentes desaparecidos pertenecían al grupo
de "Jóvenes Pioneros" que habían participado con él. Muchos habían desestimado esta
hipótesis, pues Anatoly Slivko parecía intachable... sin embargo las
investigaciones comenzaron a dar fruto, y algunos adolescentes comenzaron a
contar inquietantes relatos a los investigadores, acerca de los extraños
juegos de sometimiento y asfixia que Slivko practicaba con ellos, hasta
dejarlos sin
sentido.
Tamara Languyeva, la fiscal que
seguía el caso de la última víctima de Anatoly Slivko, Sergei Pavlov (de 13 años),
fue la responsable de su detención, en Noviembre de 1985.}
Los relatos de Slivko estremecieron
al jurado. En su casa, escondidos, se encontraron los zapatos de las
víctimas... estos, mostraban un corte transversal hecho con un serrucho. Esto,
lo habría hecho sin quitarle el zapato a los chicos, cuando ya estaban muertos
o agonizantes.
Los investigadores encontraron las
cintas en donde Slivko grabó cada uno de los abusos y asesinatos... es uno de los documentos más espantosos de la criminología
moderna.
En el video, se ve a Slivko grabando
a su grupo de "Jóvenes Pioneros" mientras recorren unos bosques
cercanos a la ciudad. Los graba mientras, estos adolescentes de entre 13 y 17
años, sonríen con inocencia. Slivko parece estar seleccionando a
su siguiente víctima, los enfoca de cerca... sus caras y sus zapatos, lo cual
representaba su mayor fetiche.
En otro segmento de la cinta, Anatoly
les hace preguntas a varios chicos, mientras estos responden con ingenuidad.
Cada momento previo al asesinato, es disfrutado por el asesino, lo que queda
evidenciado en la excitación de la voz del criminal, registrada en la película.
Slivko disfrutaba que sus víctimas fueran ingenuas... lo estimulaba aun más
para cometer sus actos.
Evidencias
En otra escena, sale un chico
disfrazado de policía... quizá representando parte de esta
"película-experimento" con la cual Slivko engañó a muchos otros
adolescentes. De pronto la toma cambia, y el niño está tendido de espaldas
sobre una especie de lona o plástico, en medio del bosque. Sus brazos están
fuertemente atados por unas sogas que están sujetas de unos árboles cercanos,
al igual que su cuello. Sus piernas también están amarradas, pero con el
extremo de la soga suelta. En ese instante, aparece Anatoly Slivko en escena.
Coge la soga que retiene las piernas del chico, para tirar con fuerzas, hasta
quebrarle el cuello. El cuerpo se mueve por impulsos nerviosos, mientras Slivko
graba cada detalle. Uno a uno, los espantosos crímenes se van
sucediendo en esta perturbadora cinta, la cual deja en evidencia la crueldad y
el morbo del asesino. Cada asesinato es peor que el anterior, y el ímpetu del
multi homicida se va acrecentando.
Victimas |
Ya en el final de la cinta, se puede
observar a Slivko pasearse por la escena con los cadáveres en sus
brazos, exhibiéndose ante la cámara y mostrando una enorme cantidad
de zapatos de sus víctimas. También queda registrado
su macabro ritual de cortar los pies y zapatos de las víctimas con un
serrucho; o quemar los pies de los cadáveres con los zapatos puestos.
Anatoly Slivko fue acusado de 7
asesinatos y 7 agresiones de tipo sexual (aunque se le acusó de más de 43
ataques). Fue sentenciado a muerte; pero trató, por todos los medios, de que le
conmutaran la pena a presidio perpetuo. Se mostró colaborador con las investigaciones
e incluso se ofreció para ayudar con información acerca de otro asesino serial
que estaba, en esos momentos, asolando Ucrania y que, de hecho, había opacado
la notoriedad de su propio caso (Andrei Chikatilo); pero nadie quiso intervenir
por Slivko. Fue ejecutado en el patio de la prisión de Novocherkassk, el 16 de
Septiembre de 1989.
Jajajajaj otra historia de película, excelente blog.
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