“Siento placer lastimando a los seres vivos,
animales y personas que fueran más débiles que yo, que no se pudieran
defender”.
Mary Flora Bell nació el 26 de mayo de 1957 en Newcastle, Inglaterra. Fue una niña maltratada desde su salida del vientre materno. Al nacer, Betty, su madre la alejo de sí con asco y repudio gritando: “alejen esa cosa de mí”; Betty tenía apenas dieciséis años. Nunca se supo quién fue el padre biológico de Mary; su padrastro era Billy Bell, un ladrón que insistía en que sus hijos lo llamaran “tío” para poder cobrar las pensiones del gobierno. La madre de Mary intentó matar a su hija varias veces, fingiendo que la niña sufría “accidentes”. Después se convirtió en prostituta y gustaba de utilizar a Mary para satisfacer los deseos de sus clientes
Mary Flora Bell nació el 26 de mayo de 1957 en Newcastle, Inglaterra. Fue una niña maltratada desde su salida del vientre materno. Al nacer, Betty, su madre la alejo de sí con asco y repudio gritando: “alejen esa cosa de mí”; Betty tenía apenas dieciséis años. Nunca se supo quién fue el padre biológico de Mary; su padrastro era Billy Bell, un ladrón que insistía en que sus hijos lo llamaran “tío” para poder cobrar las pensiones del gobierno. La madre de Mary intentó matar a su hija varias veces, fingiendo que la niña sufría “accidentes”. Después se convirtió en prostituta y gustaba de utilizar a Mary para satisfacer los deseos de sus clientes
Mary era una niña muy hermosa; parecía una muñeca, aunque
siempre hubo algo andrógino en sus facciones. Desde los cinco años su madre la
hacía participar en juegos sexuales con otros niños y a los ocho años la vendió
a un cliente para que la desflorara. Luego la usaba para ofrecerla a cliente
pedófilos. Mary declararía a la policía que su madre la sujetaba, desnuda,
mientras los hombres que pagaban por ella le introducían el pene en la boca,
hasta eyacular. Según su testimonio, siempre terminaba vomitando el semen. Así
creció Mary, en medio de una familia enferma y disfuncional.
Su papá Billy Bell, siempre había vivido con ellos, pero les había enseñado a sus hijos (Mary, y sus hermanos menores), que siempre lo llamaran “tío”, para que de esa manera su mamá pudiera cobrar la pensión mensual que el gobierno le otorgaba.
Durante ese tiempo, gozaba maltratando y torturando
animales, como perros y gatos. El 25 de mayo de 1968, un día antes del
cumpleaños número 11 de Mary, ocurrió una tragedia. Martin Brown, un pequeño
niño que era vecino de las Bell, murió. Aunque la prensa dijo que se había
caído mientras jugaba, lo cierto era que Martín había muerto estrangulado y que
tenía varios golpes y una contusión sangrante en la cabeza.
Martin Brown |
Después del asesinato, Mary y su amiga Norma
irrumpieron en una guardería en Scotswood, destrozando el lugar y dejando una
nota responsabilizándose del asesinato de Martin Brown. La Policía de Newcastle
desestimó este incidente diciendo que era sólo una broma.
El 31 de julio, un niño de tres años llamado Brian
Howe desapareció. Al ver pasar a Pat, la hermana de diez años del chico, Mary
le preguntó: “¿Estas buscando a Brian?” Ella respondió: “Sí,
ya debería estar en casa”. Mary deseaba que Pat encontrara a su
hermano muerto porque quería ver el gesto de conmoción en su cara. Pero Pat
decidió irse, y fue la policía quien encontró el cuerpo del pequeño Brian a las
11:10 de esa misma noche cerca de una construcción estaba cubierto de pasto. fue
hallado estrangulado y mutilado; y a su lado se encontraron unas tijeras rotas
tiradas en el pasto. Tenía una letra “M” dibujada en el abdomen con cortes de
navaja tenía marcas en sus muslos y habian cercenado sus genitales habían sido
parcialmente desprendidos. Trozos de cabello le habían sido cortados, las
heridas eran bastante grotescas. Con las tijeras habían cortado mechones de su
cabello. A juzgar por los cortes parecía que se trataba de un juego ritual, por
lo que la policía pensó inmediatamente en un niño o un adolescente.
Brian Howe |
La familia de Brian dijo que sospechaban de Mary
Bell y su mejor amiga, Norma, pues las dos niñas los habían estado acosando
preguntándoles si extrañaban a Brian, si lo querían, incluso en tono de burla.
La policía arrestó a las niñas en agosto. Tras interrogarlas, supieron que Mary
Bell había matado a Brian. Lo había estrangulado, lo había herido con unas
tijeras para pasto y después le había impreso su marca. Primero dibujó una
letra “N” (la inicial de Norma), pero después corrigió y la transformó en “M”.
Norma fue interrogada por el inspector Dobson, y esta vez ella confesó que Mary le dijo que ella había matado a Brian, y que después la llevó a ver el cadáver, advirtiéndole no decírselo a nadie.
Cuando vio a Brian, Norma sabía que estaba muerto, pues tenía los labios morados. En ese momento, Mary pasó sus dedos por los labios de Brian y le dijo que lo había disfrutado. Al concluir su interrogatorio la policía no perdió tiempo y fueron por Mary, pero ella parecía estar muy tranquila y no aceptó nada, Mary reflejaba estar en un juego de policías y ladrones y nada la ponía nerviosa, como si supiera lo que iba a pasar y cuál era el proceso policial. Mary declaraba haber disfrutado ambos asesinatos. Esto se mostró también cuando la policía encontró sus diarios, donde describía todo con lujo de detalles.
“Existía una
terrible sensación de juego, algo de ternura y de alguna manera, el toque
juguetón hacía ver monstruoso aquel asesinato” inspector James Dobson.
Tras ser examinada por los psiquiatras, fue declarada psicópata, encerrada en prisión y condenada en diciembre de 1968 por el cargo de asesinato en segundo grado. Los periódicos la bautizaron como “La Niña Asesina”.Tras ser examinada por los psiquiatras, fue declarada psicópata, encerrada en prisión y condenada en diciembre de 1968 por el cargo de asesinato en segundo grado. Los periódicos la bautizaron como “La Niña Asesina”.
Mary obtuvo otra vez los titulares cuando en
septiembre de 1979 escapó brevemente de la custodia de la prisión. Mary
Bell salió en libertad en 1980, doce años después de su condena, a los 23 años.
Una vez fuera de la cárcel, se le dio una nueva identidad. Conoció a un joven
que la dejó embarazada. Abortó a su primer hijo.
Mary se convirtió en madre en 1984. Lo insólito fue
que de infanticida, se transformó en una madre cariñosa y llena de atenciones
hacia su bebe. Tiempo después, conoció a otro hombre con el que se casó y formó
un hogar.
Sin embargo, y pese a la rehabilitación y nueva
identidad de Mary Bell, la sociedad no olvidó su atroz historia y los
periódicos siempre descubrían donde estaba. Nadie quería a Mary Bell cerca.
Pasó su vida huyendo y escondiéndose, fingiendo ser otra persona hasta que
alguien la identificaba y tenía que volver a marcharse. El estigma de sus
crímenes la perseguiría siempre.
Mary Bell a los 35 años |
MUSICA:
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