"¡Malditos sean. Maldita sea mi madre que me parió y maldita sea toda la raza humana!"
Sin lugar
a dudas Carl Panzram fue uno de los hombres más peligrosos de su tiempo, como
ladrón y asesino serial tiene un lugar asegurado en la historia pero también lo
tiene por ser una de las más visibles víctimas del fallido sistema penal norteamericano
de principios del siglo pasado. Cuando tenía 7 años, sus padres se separaron.
Aunque hablando con mayor exactitud, un día su padre salió de casa para no
regresar jamás. Después del divorcio de facto, la familia enfrentó peores
tiempos de estrechez económica.
Panzram relata que sus hermanos por cualquier
motivo y en cualquier momento agarraron la costumbre de apalearlo sin
misericordia. El día que se introdujo en la casa de unos vecinos para robar
dinero y pertenencias y fue descubierto por uno de sus hermanos, recibió una
paliza tremenda hasta quedar desmayado. A causa de este primer gran robo, Carl
fue enviado al reformatorio juvenil en 1903. Llegando al Minnesota State
Training School el recibimiento fue de lujo: un oficial le ordeno al chico
desnudarse por completo y procedió a revisarle el pene y el recto a la vez que
le interrogaba acerca de sus costumbres sexuales. Básicamente deseaba saber si
había sido fornicado o sodomizado y hasta si se había masturbado. Aquello fue
el pequeño gran comienzo de lo que sería su vida en aquel sitio.
la
asociación entre cristiandad e hipocresía habría de cristalizar en su persona.
En vez de conocer valores, ética o moral, fue acumulando odio y enojo hacia la
sociedad. La enseñanza cristiana era impuesta con enorme severidad como parte
del programa para reformar a los delincuentes. Después de incontables castigos
con cinturones, y palas de madera la venganza llegó a Panzram cuando gracias a
un ingenioso dispositivo de su creación prendió fuego a uno de los edificios
del reformatorio, mientras disfrutaba al máximo el espectáculo del fuego,
instalaciones federales con valor de $100.000 dólares ardían hasta los
cimientos. A fines de 1905 Carl Panzram compareció ante el comité de libertad
del reformatorio, armado de la mayor hipocresía convenció a los miembros del
jurado que era otro chico, ya reformado por las enseñanzas cristianas de los
maestros del lugar. Pero según propias palabras "Había aprendido mas de
como mentir, robar, incendiar y matar que otra cosa... aparte de que había
conocido otros usos para el pene aparte de orinar y de otras cosas para las que
podía servir el ano..." Cuando su madre lo llevó de vuelta a su casa, Carl
Panzram era otra persona, se había tornado silencioso y oscuro.
contando
14 años, Carl Panzram abandonó para siempre su granja de Minnesota para abrazar
la vida de vagabundo. Trepó al vagón de un tren con rumbo incierto pensando que
el propósito de su vida sería el de robar, engañar y hacer daño a todo aquel
que se cruzara por su camino. un día se encontró con unos sujetos que acampaban
quienes le prometieron conseguirle ropa limpia y un buen lugar para dormir,
entonces los cuatro hombres lo sometieron a una cruel violación tumultuaria
sirviendo de absolutamente nada los lloros y las suplicas que externo Panzram.
Si quedaba algo de humanidad, misericordia y simpatía en el espíritu del joven
vagabundo, el vil acto al que fue sometido terminó por extinguir esos
sentimientos para siempre.
A los 19
años, Panzram carecía de hogar, familia o amigos. Todo aquello estaba negado en
su existencia. Durante años se mantuvo errante por Kansas, Texas llegando hasta
California dejando una estela de robos, hurtos e incendios por doquier.
Cualquier situación y lugar era el indicado para hacer maldades como dejar suelto
el ganado o caballos. Si entraba a robar lo primero era encontrar las armas,
luego incendiaba los lugares. Si la oportunidad se daba, tiroteaba ventanas,
quemaba graneros, cobertizos, cabañas y hasta pastizales o parajes abandonados.
Cualquier hombre que se cruzara en su camino y habida la oportunidad era
asaltado y violado no importando raza, edad u otras condiciones. Bastaba que
fuera un ser humano apto para dañarlo. Varias veces fue detenido por robo y
tantas otras escapó de las penitenciarias. Se mantenía a salto de mata y cuando
la situación se salía de control, trepaba al primer tren que pasara para
alejarse del peligro.
Panzram se mete en nuevos
problemas con la ley en Oregon donde va a caer en la penitenciaría estatal del
estado por ahí de Junio de 1915. Aquella prisión era gobernada con mano de
hierro por un fulano de nombre Harry Minto que no reparaba en violencia y
tortura para mantener a raya a los prisioneros. fue sometido a los peores
rigores y castigos, como el aislamiento por semanas a puro pan y agua, ser
colgado con cadenas en las paredes, trabajos forzados, palizas y hasta baños de
agua a presión. También hizo de las suyas, incendiando algunas instalaciones e
incluso ayudó a escapar a otro prisionero quien tiempo después se encontraría
cara a cara con el señor Minto dándole muerte. Aquel extraordinario suceso
provocó que las condiciones dentro
de la prisión empeoraran. En Septiembre de 1917 logra escapar para ser
arrestado nuevamente, puesto que Panzram ya tenía una bien ganada fama de
criminal peligroso e incorregible. Finalmente en Mayo de 1918 se vuelve a
escapar de la odiada prisión de Salem en un acto digno de un argumento
hollywodense.
Panzram
continuó su labor destructiva robando y quemando pequeñas iglesias por doquier
un día decide meterse e una residencia que lucía muy apetitosa, tal vez
perteneciera a un aristrócrata. Una vez dentro comenzó la colecta de joyas,
dinero y armas. Cual sería la sorpresa de Panzram cuando vio que estaba dentro
de la residencia del entonces presidente Taft a quien por cierto el culpaba de
haberlo mandado 3 años a Leavenworth cuando este fungía como Secretario de
Guerra. El botín fue cuantioso por valor de $3,000 dólares y obtuvo una Colt calibre
.45 del presidente Taft. Con esas riquezas se hizo de un yate con el que
comenzó a navegar de aquí a allá como un pirata. Inmediatamente concibió un
plan para delinquir a modo con su nueva faceta. Frecuentemente bajaba a las
calles de los puertos que visitaba para reclutar marineros a quienes con
cualquier promesa convencía para trabajar en su bote aunque fuera un día. Una
vez que los incautos caían en sus garras, los emborrachaba o esperaba a que
durmieran para robarlos, violarlos y matarlos. Se deshacía de los cuerpos
atándoles piedras pesadas en el cuello y soltándolos en las aguas.
Panzram
huye del estado y aborda un buque mercante con el que termina en Angola, en ese
entonces colonia Portuguesa. por azares del destino llegó un niñito negro no mayor
a los 11 años y no pasaron mas que unos instantes para que Panzram urdiera
atacarlo. Mediante algún embuste lo llevó a un lugar apartado donde lo violó y
asesino de un rocazo en la cabeza. Cuando Panzram se alejo de la escena del
crimen el cerebro se escurría por los oídos del desafortunado negrito. Panzram
huye del estado y aborda un buque mercante con el que termina en Angola, en ese
entonces colonia Portuguesa.
Panzram
organizó una expedición para cazar cocodrilos río arriba y contrató 6 nativos
del lugar para que lo asistieran. Adentrados en la jungla sacó su pistola y uno
a uno fue terminando con sus vidas, según sus propias palabras aquel crimen fue
de lo mas fácil siendo mas complicado matar chicos de 11 o 12 años como
acostumbraba. Después de darles el tiro de gracia, alimentó a los cocodrilos
con los cadáveres de aquellos infelices.
Tras unas
cuantas semanas en suelo norteamericano al pueblo de Salem de
Massachussetts se encuentra en una calle a solas
con un chico con quien traba plática. Aquel niño había estado la mayor parte
del día dentro del restaurante de un vecino y había salido por un encargo.
Panzram le ofrece 5 centavos por cumplirle otro encargo. Juntos entran a una
tienda de abarrotes y al salir le ofrece un viaje en el transporte del lugar.
Pronto el inocente niño baja con Panzram en un paraje solitario. Después de
tres horas de torturarlo y violarlo, lo asesina con una roca. Para silenciarlo
le había retacado la boca con hojas de una revista. Lo tapa con algunas ramas
de árbol y huye del lugar. Tras su horrendo crimen Panzram es visto a poca
distancia por un par de residentes de Salem, más tarde declararían que vieron a
un sujeto apresurado y nervioso alejándose del lugar con un periódico en mano.
Tres días le tomo al pueblo hallar el cadáver de George Henry McMahon de 11
años de edad. ¿Por qué lo había hecho? Simplemente por el afán de cebarse con
los inocentes y los débiles.
El largo brazo de la ley alcanzó a
Panzram el 29 de Junio de 1923 y fue puesto a disposición de la comisaría de
Yonkers City donde permaneció unos cuantos días antes de ser confinado por
tratar de escapar del lugar. Entonces busco la ayuda de un abogado local cuyo
apellido era Cashin. A este abogado le prometió que si lo sacaba de la cárcel
le pagaría con el yate, el cual valdría varios miles de dólares. El abogado se
apresuró a tramitar la fianza que pagó con sus propios recursos y a los pocos
días el capitán O'Leary fue liberado. Claro que Panzram nunca regresó con el
abogado para arreglar las cosas, cuando Cashin trató de registrar el bote, se
descubrió que era robado. Entonces la policía confisco el yate y además la
fianza quedó perdida.
fue enviado a la famosa prisión de
Sing Sing pero no permanecería ahí por mucho tiempo pues fue enviado a la
prisión estatal de Clinton, lugar a donde eran enviados los criminales más
peligrosos e incorregibles. Gobernado y mantenido por sucesivas familias de
celadores locales, Clinton era famosa por la rudeza y crueldad conque eran
"reformados" los reos. Dannemora, el agujero infernal era como se
conocía comúnmente dicho sitio Luego de unas semanas Panzram intentó armar un
incendio, pero el dispositivo que había colocado fue desmantelado por los
guardias. Intentó asesinar a otro de ellos dándole un tablazo en la cabeza y
claro esta, también intentó escapar del lugar. Trepó una de las paredes de la
prisión y cayo casi de una altura de 10 metros a una plataforma de concreto. Se
rompió ambas piernas y tobillos y tuvo lesiones en la espina dorsal. A pesar de
sus graves lesiones fue aventado a su celda sin ningún tratamiento médico. Ni
siquiera yeso o tablillas le fueron colocados. Tras 14 meses de agonía en que
nadie lo ayudo fue operado perdiendo un testículo a causa de los daños
sufridos. A pesar de esta larga odisea, Panzram no se corregía en lo absoluto,
pues tiempo después de su cirugía fue hallado sodomizando a otro prisionero por
lo cual fue arrojado al confinamiento donde sus sufrimientos se multiplicaron
siendo ignorado por absolutamente todo mundo. Nada que hiciera o pidiera tenía
una respuesta positiva. Tras años de padecer este aislamiento Panzram enloquece
de furia y resentimiento. Elabora planes para armar matanzas masivas. Como
soltar arsénico en un río para asesinar a todos los pobladores sin excepción.
Finalmente tras 5 años de habitar las entrañas del infierno, Panzram es
liberado de Dannemora. Lleno de profundas cicatrices físicas y mentales este
asesino en serie toca de nuevo el mundo.
El 1 de Febrero de 1929 llegó Carl Panzram a la conocida prisión de Leavenworth y al serle
leídas las reglas por el guardia principal declaró serenamente que asesinaría
al primer sujeto que se metiera contra el. Y en efecto, así ocurrió cuando uno
de los guardias la tomo contra el a la primera oportunidad lo masacró con una barra
metálica. Estaban dentro de la
lavandería, empleo que Panzram había solicitado dada su precaria condición
física y después de terminar con la vida del oficial Warnkle Panzram entró en
un frenesí de locura atacando al resto de los aterrorizados prisioneros que no
podían escapar por la puerta pues estaba cerrada. Por los gritos y el ruido del
desorden llegaron los demás guardias a poner orden en la masacre. Cuando
llegaron vieron por las ventanas a Panzram armado de una barra metálica de
varios kilos de peso, cubierto de pies a cabeza de sangre y con las ropas
hechas jirones. sicótico prisionero una vez que el se calmó abrieron la
puerta y lo condujeron silenciosamente a su celda.
Por este
terrible crimen fue llevado nuevamente a juicio. La sentencia fue la horca, no
bien fue dictada por el juez, Panzram quedó inclusive agradecido y feliz. Al
ser retirado de la sala y cuando todos dejaban el lugar aún se podían escuchar
sus horribles carcajadas. El 5 de Septiembre de 1930 a las 6 de la mañana y
ante numerosos testigos de la prensa y la prisión, Panzram fue colgado y
declarado muerto a las 6.18 a .m.
Su cuerpo no fue reclamado y fue enterrado en un sepulcro del lugar. Hasta el
momento de su muerte se comporto desafiante e incorregible como siempre. Caminó con energía.
Tenía los dientes apretados y la mirada desafiante. Subió los 13 escalones
hacia la horca y se paró de golpe. Cuando dos guardias se acercaron para
ponerle la capucha negra, los escupió a ambos en la cara. Movía su cuello
violentamente para zafarse, aunque con el único propósito de decirle al
verdugo: "¡Apurate
bastardo. Yo en tu lugar ya hubiese matado a diez!". No quería escapar. Estaba feliz,
tal vez por primera vez en su vida. Según testigos pasó la noche en vela caminando por su
celda y canturreando una canción obscena de su propia creación.
«Odio a toda la puta raza humana. Disfruto matando y violando gente».
«Odio a toda la puta raza humana. Disfruto matando y violando gente».
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