domingo, 13 de mayo de 2012
Carl Eugene Watts, asesino del domingo por la mañana.
Carl Eugene Watts
Durante el comienzo de la década de los setenta, las mujeres de los estados de Texas, Michigan, y en Ontario, Canadá vivían aterrorizadas por el “asesino del domingo por la mañana”. Un brutal psicópata que sometía a mujeres con golpes, y puñaladas para después ahogarlas lentamente en la bañera.
Son pocos los asesinos seriales de raza afroamericana que se hacen conocer y sin duda Watts fue uno de los más prolíficos y crueles con aproximadamente 90 asesinatos, Carl Watts comenzó a matar mujeres sólo por el placer y alegría que le producía observar como fallecían.
Principios Perversos
Carl nació en Killeen, Texas el 7 de noviembre de 1953, hijo de Richard Eugene Watts, un soldado de primera clase en el ejército y Dorothy Mae Young, una maestra de arte de jardines escolares. Un año después los Watts tuvieron una hija llamada Sharon, pero su matrimonio terminó en 1955 cuando sus padres se divorciaron, tras la separación Carl se fue a vivir con su madre en Inkster, Michigan. Sin embargo hacían visitas regulares a sus parientes y pasaba días en la casa de campo de su abuela quien lo llamaba Coral, en este tiempo el niño gustaba perseguir y desollar conejos. En 1962 Dorothy se volvió a casar con un mecánico llamado Norman Caesar con quien tuvo dos hijas.
La infancia de Carl es descrita como extraña, ya que a los 12 años el niño tenía fantasías de cómo torturar y matar a mujeres jóvenes. En su adolescencia Coral acechaba mujeres, por esta razón se cree que asesinó a su primera víctima a los 15 años. Cuando tenía 13 años, Carl sufría de meningitis por esta razón perdió el octavo grado de escuela. Su regreso a clases fue difícil, pues no podía mantener el ritmo de estudio de sus demás compañeros y recibía malas calificaciones. Coral también era molestado severamente por los jóvenes más grandes de la escuela.
El 29 de junio de 1969, Carl de 15 años, sintió la necesidad de obedecer a sus macabras fantasías, es así que mientras hacia su ruta de entrega de periódicos tocó la puerta de Joan Gave de 26 años. Cuando la joven contestó la puerta Coral la golpeó hasta dejarla inconsciente y siguió con su ruta como si nada hubiera sucedido. Cuando Joan recuperó la conciencia de inmediato contactó a la policía. Coral fue arrestado en su casa por abusar físicamente de Joan Gave y terminó en la clínica Lafayette en Detroit para recibir tratamiento psiquiátrico. Durante la evaluación Carl hablaba de sus sueños, los doctores le preguntaron si los sueños lo perturbaban, pero el joven confesó que no, y que se sentía mejor después de tener uno de ellos. La respuesta preocupó a los doctores, y en su reporte dijeron que Carl era un individuo compulsivo con actitudes pasivo agresivas que trata de controlar fuertes tendencias homicidas. Los psiquiatras creían que el joven era un peligro para la sociedad.
Tras un año de tratamiento, Carl fue liberado a los 16 años, pero regresó a la clínica en 9 ocasiones para recibir ayuda psicológica. También se descubrió que el adolescente sufría de un leve retraso mental y tenía un I.Q. de 68. A pesar de sus malas calificaciones, El joven logró graduarse en 1973 gracias a la tutoría de su madre, su desempeño atlético como jugador de futbol y su estatus como peleador de guantes de oro le consiguió una beca deportiva en el Lane College, en Jackson, Tennessee.
Después de 3 meses en la institución académica, Carl fue expulsado por acechar y atacar mujeres y también porque era sospechoso del brutal homicidio de una estudiante, debido a la escasa evidencia para condenarlo, la mejor opción fue expulsarlo, Coral tras esto se mudó a Houston, Texas. Fue detenido varias veces pero liberado por falta de pruebas.
En 1974, Carl de 20 años comenzó a complacer sus fantasías y sueños homicidas el 25 de octubre del mismo año, irrumpió en el apartamento de Lenore Knizacky, 23, quien tras abrir la puerta comenzó a ser estrangulada por un hombre afroamericano joven, la joven logró defenderse y Carl escapó de la escena, la policía no logró capturarlo. El 30 de octubre, Coral atacó nuevamente, cuando golpeó la puerta de Gloria Steele de 19 años, una estudiante de la Universidad de Kalamazoo, el hombre dijo estar buscando a una persona llamada Charles, después de que Steele le permitió entrar, fue apuñalada en el pecho 33 veces. Meses más tarde La policía recibió un reporte de Diane Williams quien fue atacada el 12 de noviembre por un hombre afroamericano que dijo estar buscando a Charles, Diane sobrevivió el ataque y logró ver el número de placa del vehículo donde Carl escapó.
Los oficiales pronto averiguaron que el automóvil pertenecía a un Carl Eugene Watts, una persona peligrosa con historial psiquiátrico. En diciembre de 1974, Coral fue arrestado tras ser identificado en la fila policiaca por dos mujeres que sobrevivieron sus ataques. Cuando fue interrogado dijo haber atacado a 15 mujeres, pero no admitió haber asesinado a Gloria Steele. Posteriormente el asesino fue enviado al hospital estatal de Kalamazoo para ser evaluado por psiquiatras. Los doctores lo diagnosticaron con una personalidad de desorden anti-social.
Antes de ser enjuiciado, la corte lo envió al Centro de psiquiatría forense en Ann Arbor, el doctor que examinó el caso de Watts llegó a la conclusión que era un individuo peligroso y volvería a atacar nuevamente. Coral como ahora se llamaba recibió un año en prisión por atacar a varias mujeres, pero no fue culpado por el homicidio de Gloria Steele. En junio de 1976 fue liberado y él regresó a Detroit a vivir con su madre.
Después de salir de la cárcel, Coral comenzó a salir con una mujer llamada Delores y la pareja tuvo un hijo, pero no se casaron. Se separaron y Carl se enamoró de otra mujer, Valeria, la pareja se casó a finales de 1979, pero su unión duro sólo 6 meses.
La esposa de Coral dijo que él tenía comportamientos extraños, violentas pesadillas y también solía cortar todas las plantas con un cuchillo o llenar la mesa con velas derretidas, lo más extraño era que después de tener relaciones, él salía de la casa por varias horas.
En el transcurso de ese año varias mujeres fueron atacadas, el 8 de octubre, Peggy Pochmara de 22 años fue estrangulada en su casa. En la noche de brujas, la reportera del Detroit News, Jeanne Clyne, 44, caminaba a su casa tras salir de una cita médica, pero fue asaltada durante el día en el carretero suburbano de Grosse Point Farms, Carl la apuñaló 11 veces en el pecho y espalda. Durante este periodo Carl trabajaba en una compañía de camiones para su padrastro. El asesino fue arrestado por la policía en diciembre de 1979, pero la falta de evidencia le permitió salir libre.
La terrorífica labor del asesino del domingo por la mañana continúo el 20 de abril de 1980, cuando la policía llegó a la casa de Shirley Small de 17 años. La adolescente fue apuñalada 2 veces en el corazón con un instrumento similar a un escalpelo, Shirley murió desangrada en la acera. A principios de mayo de 1980, Valeria se divorció de Carl. Para julio del mismo año Glenda Richmond, 26, fue la siguiente víctima del asesino, los oficiales encontraron su cuerpo en la puerta de entrada, la mujer fue apuñalada 28 veces en el pecho. El 14 de septiembre la ola de homicidios alcanzó a Rebecca Huff, 20, quien fue hallada en la entrada de su casa, su cuerpo recibió 54 puñaladas en el pecho, el mismo patrón de las victimas anteriores, la firma de Carl Watts. De inmediato se armó un grupo dirigido por el detective Paul Bunten, cuyo propósito era investigar los asesinatos de los últimos 5 meses, pero los oficiales no tenían evidencias ni testigos. El Sargento James Arthurs le informó al detective Bunten de su experiencia con el caso de Watts.
Los reportes policiacos de mujeres estranguladas en Detroit aterrorizaban a los mismos oficiales, las victimas compartían las mismas cualidades, eran mujeres de 14 a 44 años que fueron apuñaladas o estranguladas hasta morir. Como el caso de Hazel Connof de 23 años, Carl la estranguló el 11 de marzo de 1980, a finales de ese mes Denisse Dunmore de 23 pereció ante Watts. El 31 de mayo, Linda Monteiro de 27 años también fue asfixiada brutalmente por el asesino.
Dibujo de Carl Eugene Watts quien sufrió un ligero retraso mental en su juventud debido a una meningitis, hecho que no le impidió acabar el instituto.
El fin del terror
En julio de 1980 Irene Kondratowiz, 22, sobrevivió tras que un siniestro atacante cortó su cuello. Sandra Dalpe, 20, fue apuñalada por la espalda, pero fue atendida de inmediato en el hospital. Cuando Carl atacó a Mary Angus, 30, en la ciudad de Windsor, Ontario, Canadá, la víctima reconoció a Watts en fotografías policiacas, pero no estaba seguro si era la misma persona que la atacó, una vez más Carl seguía libre, pero se convirtió en el principal sospechoso del detective Bunten.
Carl o Coral como también era llamado falleció a los 53 años debido a un cáncer de próstata. El distrito de Ann Arbor se había convertido en un lugar aterrador para sus residentes, es así que el 15 de noviembre de 1980, la policía recibió la llamada de una mujer que dijo ser acechada por un hombre. Ella se escondió en el portal de una casa, en ese momento los oficiales podían ver desde su patrulla como el sospechoso buscaba desesperadamente a la mujer, cuando lo detuvieron por las luces rotas de su vehículo. El sospechoso fue identificado como Carl Eugene Watts, tras revisar el carro los oficiales encontraron un diccionario con el nombre de Rebecca Huff.
Nuevamente la falta de evidencias permitieron que el asesino continúe libre, pero Bunten no había terminado con él y a finales de enero de 1981, con una orden el detective obtuvo una muestra de sangre de Coral, quien ya era sospechoso de dos intentos de homicidios en Detroit. En la primavera de 1981, el asesino se fue a vivir a Columbus, Texas, donde consiguió empleo en una compañía de aceite. Los fines de semana de Carl consistían en manejar más de 70 millas hacia Houston, Texas, lugar que se convirtió en su nuevo territorio de cacería.
El grupo del detective Bunten seguía de cerca los movimientos de Coral y pronto enviaron su archivo al departamento de policía de Houston. Durante este tiempo el asesino controló sus ansias por matar, hasta que el 5 de septiembre de 1981, Linda Tilley de 22 años, fue encontrada ahogada en la piscina del edificio donde residía. Una semana después Elizabeth Montgomery fue apuñalada en el pecho mientras paseaba a sus perros. Ese mismo Susan Wolf, 21, fue apuñalada en el brazo y pecho mientras regresaba a su casa tras comprar unos helados.
Una noche de enero de 1982, Phyllis Tamm, 27, fue atacada mientras trotaba, Carl la tumbó y estranguló con sus manos y después la colgó de un árbol con una tira elástica. Dos días después el asesino rompió la tráquea de Margaret Fossi, 25, una estudiante de arquitectura en la Universidad Rice, su cuerpo fue encontrado en el maletero de su vehículo. Coral se llevó los planos de Margaret para quemarlos y de esta manera “matar el espíritu”, una de las razones por las que asesinaba mujeres erar porque tenían “ojos malvados”.
Watts no fue descubierto como asesino en serie durante ocho años.4 Hubieron varias razones por esto. Atacó en varias jurisdicciones e incluso en diferentes estados. Incluso con el advenimiento de las pruebas de ADN todavía era imposible debido a que raramente realizaba actos sexuales con sus víctimas, a diferencia de la mayoría de los asesinos en serie de mujeres y chicas, y sus crímenes no eran pensados para una motivación sexual. Watts no era sospechoso de estar involucrado con cualquiera de los asesinatos por las personas que lo conocían, y no era un sospechoso para la policía en cualquier asesinato hasta su arresto en 1982.
El 23 de mayo de 1982, Watts fue arrestado por irrumpir a una casa de dos mujeres jóvenes en Houston, e intentar asesinarlas. Durante su detención, la policía comenzó a vincular a Watts con los asesinatos recientes de un número de mujeres. Hasta principios de 1981, él había vivido en Míchigan, donde las autoridades lo sospechaban de ser responsable de los asesinatos de la menos de 10 mujeres y chicas allí. Watts fue interrogado previamente sobre los asesinatos en 1975, pero no hubo suficiente evidencia para condenarlo. En ese tiempo, Watts había pasado un año en prisión por atacar a una mujer, que sobrevivió.
Los fiscales en Texas no sentían que había suficiente evidencia para condenar a Watts por asesinato, así que en 1982 se organizó un acuerdo con el fiscal. Sí Watts daba detalles y confesiones de sus crímenes, le darían inmunidad de los cargos de asesinato y él podría enfrentar sólo un cargo de robo con intento de asesinato. Este cargo conlleva una pena de 60 años de sentencia. Estuvo de acuerdo con el trato y rápidamente confesó en detalles a los 12 asesinatos en Texas. Sin embargo, las autoridades de Míchigan se negaron con el trato así que los casos en ese estado se mantuvieron abiertos.
Watts luego afirmó que asesinó 40 mujeres, y también dio a entender que habían más de 80 víctimas en total. No quiso confesar abiertamente haber cometido los asesinatos, debido a que no quería ser visto como un "asesino en masa". La policía todavía considera a Watts como sospechoso en 90 asesinatos sin resolver. Murió de cáncer de próstata el 21 de septiembre en un hospital de Jackson, mientras cumplía dos penas de cadena perpetua en una cárcel de Míchigan
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